Aliméntate y quiérete
- Nutrilivet
- 21 feb 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 7 ago 2020
Para nadie es un secreto que la alimentación no solo se trata de ingerir alimentos, si fuese así sería prudente afirmar que todos nos alimentamos y realmente eso no es cierto. Una realidad absoluta es que todos comemos, pero realmente nos alimentamos?
Ahí es donde radica el problema y la confusión de muchos términos que han conllevado la aparición de diversos trastornos alimentarios en adultos, jóvenes y niños. Comer consiste en saber equilibrar los alimentos, estar conscientes de los nutrientes que combinamos e ingerimos a la vez que disfrutamos el comer y alimentamos nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
Se ha demostrado que en diversos casos de problemas alimentarios, las emociones indicen directamente en nuestro patrón de conducta ya que lo que comemos en muchas veces no guarda relación con tus necesidades reales de alimentación, lo que demuestra la relación entre comer y sentir.
En muchas ocasiones situaciones difíciles emocionales (tristeza, depresión, decaimiento emocional) lleva al individuo a recurrir a productos dulces e hipercalóricos, de esta manera los alimentos de alguna manera se convierten en "saciadores emocionales" y no debe ser un patrón correcto de vida. La ansiedad, la rabia o el miedo pueden aumentar esa necesidad de comer sin embargo también pueden afectar tu apetito, en cualquiera de los casos e importante buscar ayuda profesional. La emociones se ven reflejadas en nuestros actos por tal motivo al iniciar una dieta es importante conocernos como personas y establecer metas viables y realistas, no solo se trata de perder calorías o alcanzar kilos se trata de establecer de por vida en nuestra mente conductas alimentarias deseables y acordes con nuestras necesidades nutricionales.
Veronica Tovar
Nutricionista

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